¿Homofonía Vs Contrapunto?

Seguro que alguna vez has oído la palabra “contrapunto”, o has oído a tu director/a de coro hablar de «homofonía«. Muchas veces los directores, más por falta de tiempo en los ensayos que otra cosa, no nos detenemos a explicar qué es.

Pues hoy vamos a aclarar de una forma sencilla lo que significan estos dos conceptos y aprender a usarlos a nuestro favor para entender cómo funciona una obra.

¡Importante!
Este artículo es una introducción a estos dos conceptos, sobre todo aplicados a la práctica del canto coral.

1. ¿Qué es la homofonía?

La palabra “homofonía” viene del griego “ὁμοφωνία”, formado por las raíces “ομοιο” (homo) que significa “igual”, y «φωνή» (phōnḗ), que significa “sonido” y “phone». Es decir, mismo sonido

Musicalmente hablando se refiere a un tipo de textura musical en la que dos o más voces se mueven a la misma vez desde el punto de vista armónico, creando sonidos paralelos. Ejecutan una misma melodía, pero en diferentes alturas, dando lugar a acordes de forma vertical. La mayoría de las veces las notas se mueven también con el mismo ritmo, lo que recibe el nombre de homorrítmica.  Veamos un ejemplo con Signore delle cime, de Giuseppe de Marzi:

Signore delle cime – Giuseppe de Marzi

Como podemos ver, todas las voces llevan el mismo esquema rítmico, pronunciando el texto a la misma vez. Cada sílaba corresponde pues a una nota (aunque puede haber excepciones, como en el compás 6).

Aquí tienes otro ejemplo, If ye love me, de Thomas Tallis (1505-1585):


Otras veces, en cambio, hay una voz melódica principal y un grupo voces (o instrumentos) contienen los acordes. La melodía es la que «dirige» la canción, mientras que el resto de voces acompañan o sirven de «colchón armónico» a la voz principal. La música popular es un buen ejemplo:

Fragmento de «El pastorcillo», villancico adaptado de un Espiritual negro por J.R. Valiño.

En este villancico la melodía principal está en la voz de soprano, mientras que el resto de voces acompañan con boca cerrada (B.C.) creando las notas de cada acorde en vertical.

A continuación sugiero una cuantas obras que puedes escuchar para comprender qué es y cómo funciona la homofonía:

  • If ye love me – Thomas Tallis

  • Coral nº 23 – J.S. Bach (1685-1750)

  • Ave Verum Corpus – W. A. Mozart (1756-1791)

2. ¿Qué es el contrapunto?

El “contrapunto” (del latín punctus contra punctum, “nota contra nota”) es una técnica de improvisación y composición musical en la que no existe la igualdad melódica, armónica o rítmica de la homofonía, sino que crea diferentes líneas musicales (dos o más) que se mueven de forma independiente unas de otras pero que guardan una relación armoniosa entre ellas cuando suenan simultáneamente.

Veamos un ejemplo con el canon del Brindis de Mozart:

Como se puede escuchar en el vídeo, tras cantar todas las voces la melodía al unísono (minuto 1:00) comienza el desarrollo del canon, imitando cada voz lo que ha hecho la anterior (1:14 y ss.). Las melodías se van superponiendo de forma que van creando una relación armónica entre ellas, sin que haya coincidencias rítmicas como sucedía en la homofonía musical.

Hay que decir que el contrapunto musical no sólo analiza los acordes que se van formando en esas coincidencias, sino también la progresión melódica de cada voz, que también incluye los acentos, movimiento y desarrollo.

El contrapunto por tanto tiene más reglas que la homofonía. En este tipo de composiciones, desde la más sencilla como el canon hasta la más complicada como la fuga, se siguen unas reglas al mismo tiempo que simulan mantener la independencia de las voces. El resultado es que la composición resulte armónica mientras cada voz desarrolla su propia melodía.

Algunas obras que puedes escuchar para entender el contrapunto en la música vocal:

  • Kyrie Eleison de la Misa del Papa Marcelo, de Giovanni Perluigi da Palestrina (1525-1594).

  • Hic vir despiciens mundum, de Tomás Luis de Victoria (1548-1611)

  • Otro Kyrie Eleison, esta vez del famoso Requiem de Mozart. Además en este vídeo aparecen remarcados en rojo y en azul los sujetos I y II de la fuga que se van repitiendo, alternando e imitando en cada una de las voces:

3. ¿Entonces qué es más fácil a la hora de estudiar?

Pues ambos… o ninguno. Hay obras homofónicas muy complicadas, y otras contrapuntísticas más fáciles. Lo que sí es cierto es que hay una serie de ventajas o “trucos” que podemos usar para aprender una obra más fácilmente:

Si la canción es homofónica…

  • Como el ritmo va a ser el mismo (o con escasas variaciones) para todas las voces, escucha alguna versión buena por Youtube que además te muestre la partitura.
  • “Trocea” la canción en fragmentos que tengan sentido y trabaja el texto con el ritmo poco a poco, repitiendo hasta tenerlo interiorizado (sin cantar).
  • Insiste en aquellos trozos más complicados, rápidos o con mayor dificultad rítmica.
  • Añade tu melodía al ritmo practicado, también por trozos. ¡Y luego únelo todo!
  • Cuidado con aquellas partes en las que el ritmo se “desmarque” del principal (marcado en rojo):
Fragmento de «Signore delle cime»

Y si la canción es contrapuntística…

  • Escucha alguna versión buena en Youtube que además te muestre la partitura. Busca tu voz en ella, marca en tu partitura física cuándo y después de qué voz te toca entrar.
  • Escucha sólo tu voz. “Trocea” la canción en fragmentos que tengan sentido y trabaja el texto con el ritmo poco a poco, repitiendo hasta tenerlo interiorizado (sin cantar).
  • Insiste en aquellos trozos más complicados, rápidos o con mayor dificultad rítmica.
  • Añade tu melodía al ritmo practicado, también por trozos. ¡Y luego únelo todo!
  • Piensa en un diálogo entre voces que se complementan y no en una discusión a gritos.
  • Cuidado en las entradas (marcadas en verde), busca si alguna voz te ayuda con la entonación o te da pie con el ritmo y apóyate en eso para empezar con tu línea melódica.
Fragmento de «Dadme albricias»

Por último, y esto es mi opinión personal, aprender una obra homofónica puede resultar más fácil en cuanto a ritmo, pero no así la melodía: la voz de soprano suele llevar la voz principal, por lo que resulta más fácil de aprender. Y bajos llevan la base armónica, que suele ser similar en muchas canciones. En cambio, tenores y contraltos suelen tener líneas melódicas más difíciles de entender y estudiar, puesto que «rellenan» los acordes, no siempre con mucho acierto por parte de los compositores.

En cambio, en una obra contrapuntística todas las voces llevan una línea melódica independiente, con sentido propio, más fácil de aprender. Sin embargo, suelen ser fragmentos largos, con cambios de ritmo frecuentes y entradas continuas, que requieren mucho estudio personal y mucha atención en el momento llevarlo a la práctica.


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