En el post anterior hablamos sobre cuál fue el origen del coro, tanto como espacio físico -en el ámbito religioso- como colectivo de personas cuyo fin es cantar. ¿Ha cambiado ese concepto? ¡Pues claro! En la actualidad el concepto de coro es mucho más amplio y se ha enriquecido con otros términos, a primera vista similares:
- La palabra Coro como tal, con origen en el Chorus religioso, suele estar asociado a grupos de trabajo muy formal, como el Coro de RTVE o el Coro Nacional de España.
- El término Coral, en cambio, tiende a usarse en grupos menos profesionales, vocacionales o amateur.
- Capilla o Schola Cantorum tienen reminiscencias antiguas, quizá designando únicamente a grupos de voces masculinas o especializados en música de una determinada época histórica, como pueden ser la Capilla Clásica de León o la Schola Cantorum Basiliensis
- Escolanía es el término usado para el coro infantil catedralicio o religioso (en su origen únicamente masculino), como la Escolanía de Segovia o la de Sevilla
- Orfeón y Masa coral se utiliza sobre todo en el norte de España para designar a grupos muy numerosos, como el Orfeón Donostiarra o el Orfeón Fernández Caballero
En la práctica encontramos que esta clasificación es muy flexible: existen orfeones en el sur de España, corales no profesionales cuyo nombre artístico es “coro”, o Schola Cantorum cuyas únicas reminiscencias históricas son las del nombre. En definitiva, ¿qué más da la etiqueta cuando lo importante es crear buena música coral y acercarla al público?

Clasificación y tesitura de las voces corales
Fijándonos en la fotografía del Coro Iubilate justo encima de estas líneas ¿qué nos llama la atención así en un primer vistazo? ¡Correcto! ¡La colocación de sus cantores, separando las chicas delante y chicos detrás! Ciertamente, lo más característico de cualquier coro mixto es la agrupación de sus miembros por cuerdas: Soprano, Contralto, Tenor y Bajo. Esta clasificación se debe, en primer término, a las diferencias entre hombre y mujer, que clasifica en:
- Voces blancas: las propias de la mujer y el niño/a.
- Voces graves: las propias del hombre adulto.
Por otro lado, este rango de voz (por constitución, estatura, sistema nervioso… o por la formación vocal y hábito de canto) es único en cada persona. Es decir, no todo el mundo tiene la misma extensión vocal, sino hay ciertas personas que tienen más facilidad para llegar al registro agudo, mientras que otras la tienen para el registro grave. Esto da lugar a la clasificación que conocemos como Soprano, Contralto, Tenor y Bajo.
Además, dentro de cada una de estas clasificaciones o cuerdas habría otros parámetros, como extensión, tesitura y timbre:
- La extensión hace relación a los sonidos más extremos que un cantante puede dar, desde la nota más grave hasta la más aguda. Es decir, son los límites de nuestra voz.
- La tesitura o registro central se refiere a los sonidos centrales de la extensión. Por tanto, son sonidos cómodos para el cantante, en los que se muestra más expresivo, sin esfuerzo ni cansancio.
- El timbre es el color o “forma de ser” de la voz, únicos en cada persona: cálido, redondo, estrecho, abierto, cerrado…
No vamos a entrar aquí en la clasificación de las voces líricas u operísticas, que merecen mucha literatura al respecto. Voy a centrarme únicamente en la clasificación de las voces corales.

Voces de mujer
Se dividen en sopranos (o tiples), mezzosopranos y contraltos.
- La soprano es la voz más aguda, con facilidad para ascender al registro de las notas más altas. Es la voz superior en la polifonía, y por tanto, suele tener la función específica de llevar la melodía. Como dato curioso, en la música religiosa esta voz ha sido cantada mayoritariamente por niños (varones), ya que las mujeres no han podido formar parte del coro hasta comienzos del s. XX.
- La mezzosoprano ocupa el lugar intermedio por su tesitura y timbre entre soprano y contralto.
- La contralto es la voz más grave, con facilidad para descender al registro de las notas más bajas. Es la segunda voz en la polifonía y suele tener una función armónica, salvo que excepcionalmente lleve la melodía principal. En la época antigua era cantada por niños o tenores con voz muy aguda o de falsete.


Voces de hombre
Se dividen en tenores, barítonos y bajos.
- El tenor antiguamente era el que sostenía (del verbo tenere) la melodía principal. De ahí su nombre. Es la voz masculina más aguda, y ocupa la tercera posición en la polifonía. Tiene una función generalmente armónica, como la contralto, aunque excepcionalmente también puede llevar la melodía principal.
- El barítono ocupa el lugar intermedio por su tesitura y timbre entre el tenor y el bajo. Muchas veces tiende a confundirse con las otras dos voces masculinas.
- El bajo es la voz más grave, y su timbre es lleno y potente. Tiene facilidad para descender al registro grave y ocupa la cuarta voz de la polifonía, con una misión armónica muy importante: lleva las bases o cimientos de la armonía.


Voces blancas
Por último, las voces de los niños deben ser consideradas como voz blanca, como la de las mujeres. Los niños, durante siglos, han sido los representantes de las voces blancas -sobre todo en la música religiosa- ya que como he comentado antes la mujer tenía prohibido participar en la Liturgia. Sin embargo, el extenso número de obras que tenían que aprender hacía que muchos de estos niños llegaran al cambio de voz sin haber dominado la técnica musical. Esto llevó a dos planteamientos totalmente opuestos:
- Cuando los niños tenían una voz prodigiosa o poseían un gran dominio en la lectura musical se recurría a la muy cuestionable realización de operaciones que paralizasen el cambio de voz: los llamados castrati. Afortunadamente, en el s. XIX la Iglesia puso fin a esta práctica.
- En otros ámbitos se recurría a varones que servían de apoyo a las voces del niño a través de la técnica del falsete. En la España del s. XVI, por ejemplo, hubo una buena escuela de falsetistas -sin necesidad de sufrir mutilaciones- siendo Soto de Langa uno de los más relevantes, llegando a figurar como cantor de la Capilla Papal y uno de los primeros colaboradores de San Felipe de Neri en la creación del Oratorio.
Hay que tener en cuenta que las voces de los niños, por estar en constante evolución biológica, son más delicadas e inevitablemente llamadas a cambiar en la pubertad (tanto niños como niñas). Su tesitura está más restringida que la de un adulto y no deben forzarse los límites agudo y grave.
Por último, ¿cómo se organizan entonces las voces en una partitura coral? ¿Están las cuatro voces principales, o puede haber variantes? ¿Qué significan las siglas SATB? ¿Hay partituras sólo para mujeres? ¿O para hombres?
Sobre todo esto hablaremos en el próximo post.
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Bravo, conocer de dónde venimos es un paso para apreciar más nuestra actividad
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Efectivamente Luis! Muchas veces conocemos la práctica pero no la teoría! 🤓
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A los que no somos profesionales, estos post nos hacen seguir creciendo musicalmente.
Gracias Guillermo👏
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Me alegro Santiago! Con práctica se consigue todo! 😉
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Qué interesante Guillermo, como todos los demás… Eres muy didáctico y se hace muy ameno leer tus posts
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Gracias Ana! Seguiré por ese camino! 😉
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