Saltos y repeticiones

En la música coral es muy habitual encontrarnos con saltos y repeticiones, normalmente para evitar tener la misma melodía escrita dos veces, evitando molestos cambios de página. Para indicar estas repeticiones en música usamos unas indicaciones, símbolos o signos que hay que saber interpretarlos correctamente, ya que su desconocimiento puede llevar a confusión. Aquí vamos a ver los más habituales para el repertorio coral.

¡Vamos allá!

Doble barra de repetición.

Es el símbolo de repetición por excelencia. Vamos a distinguir entre la barra simple, que sería la de separación de compás; la doble barra, que es la que nos indica que estamos en el final de la obra. Y la doble barra de repetición. Esta incluye dos puntos junto a la línea fina.

Vamos a ver ejemplos para saber cómo interpretar este signo de repetición:

  1. Si encontramos un solo signo, la repetición se hará desde el comienzo de la obra o sección.

2. Si encontramos dos signos, enfrentados por el lado de los puntos, debe repetirse todo el fragmento que esté comprendido entre dichos signos.

3. Igualmente nos podemos encontrar un pasaje donde termina una repetición y comienza seguidamente otra. Además de la doble barra habrá dos puntos a cada lado:

En este último caso cantaríamos los tres primeros compases, repetiríamos desde el inicio (flecha roja), y al llegar a ese punto continuaríamos con los siguientes tres compases, repitiendo desde el último signo de repetición (flecha azul).

Para ver esto de forma práctica he elegido los 8 primeros compases de «Verbum caro factum est«, del Cancionero de Uppsala:

Fragmento de Verbum caro factum est, del Cancionero de Uppsala

Como podéis ver tenemos dos signos de repetición enfrentados que abarcan los compases 5-8, por lo que ese trozo de texto tendrá que repetirse dos veces:

Verbum caro factum est
porque todos os salvéis,
porque todos os salvéis.

Casillas de repetición.

Muchas veces el compositor no quiere que cantemos exactamente lo mismo, cambiando los finales de frase. En ese caso suelen utilizarse unas casillas de repetición, marcadas con un número (1 y 2, o I y II, lo más habitual), para indicar lo que debe cantarse la primera vez, y que al llegar allí la segunda vez se omiten los compases que abarca la casilla del 1, pasando directamente al 2.

Fragmento de «Cantus iteratus», de Karl Jenkins

En este ejemplo de «Cantus iteratus«, la primera vez el coro llegará hasta el compás 26 y hará la repetición desde donde corresponda (casilla 1). La segunda vez el coro saltará del 25 al 27 (casilla 2), que -como se puede apreciar en las notas marcadas en verde en la voz de bajo-, es diferente.

Veamos otro ejemplo ahora con «Cantares», donde aparecen hasta tres casillas:

Fragmento de «Cantares», de Joan Manuel Serrat

En este caso, el coro llegará dos veces a cantar los compases 56 a 58. Pero la tercera vez saltará del compás 55 al compás 59 y continuará hasta el final de la obra.

Da Capo.

Significa literalmente, “desde la cabeza”, es decir, que cuando nos encontremos con esta indicación -a menudo aparece como DC o D.C.– volvemos al inicio de la obra. Suele encontrarse al final de una canción, sección o movimiento. Aunque parece similar a la doble barra de repetición esta indicación nos permite hacer más tipos de repeticiones.

Por ejemplo, en «Dindirín, dindirin», del Cancionero de Palacio, encontramos la indicación D.C. escrita al final, lo cual nos hace volver al inicio mientras tengamos letras para cantar. En la última repetición deberemos volver Da Capo y terminar en Fin (compás 6).

A veces también se expresa como D.C. al Fine, para enfatizar que hay que terminar donde esté colocada la palabra «Fine» o «Fin» y no en el último compás de la obra. Es muy habitual en las composiciones formadas por copla y estribillo.

Otras veces podemos encontrarnos los signos segno y coda, que abren aún más posibilidades de saltos, cambios y repeticiones, ubicándose en determinadas partes de una canción y remitiéndonos a ellas para hacer repeticiones. Por ejemplo:

Fragmento de «Eres tú», de J. Blasco (www.atrilcoral.com)

En este fragmento hay cosas muy interesantes. Yendo por orden…

  1. Cantamos desde el compás 30, y viendo que es la casilla 2 entendemos que ya ha habido una repetición previa.
  2. Cantamos hasta el compás 32.
  3. La indicación «D.S. al Coda» (dal segno al coda ) me hace retroceder hasta donde aparezca el segno.
  4. Cantaré desde ahí hasta el siguiente símbolo .
  5. Y de ahí salto al compás 33, donde aparece la palabra Coda.

Sin duda las canciones con tantos saltos, repeticiones e indicaciones diversas ponen a prueba nuestra atención y concentración, pero sin duda también aportan una dificultad y una diversión extra, ¿no os parece?


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Puntuación: 4 de 5.

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