El Kyrie es el primero de los cantos que pertenecen al Ordinario de la Misa, y por tanto, está presente en casi todas las misas del año. La invocación Kyrie eleison, que ya se conocía en la antigüedad cristiana, es uno de los cantos más antiguos del canto gregoriano.

Su texto, también denominado «Señor, ten piedad» viene heredado de la primitiva liturgia griega, siendo su origen muy antiguo, incluso precristiano. Consta únicamente de tres frases:

Musicalmente, el Kyrie es un motete en tres partes, una por cada frase. Normalmente la primera y la tercera parte, al tener el mismo texto (Kyrie eleison), también tienen el mismo tema musical, pero trabajado de diversa manera, normalmente más desarrollado en la repetición de la tercera parte.

Por otro lado, la frase central o Christe eleison servía de contraste con las secciones primera y tercera, haciéndola cantar por un semicoro o por solistas y con un tono musical diferente (normalmente en tono de dominante).

Como ejemplo os dejo el Kyrie de la Misa en Sol Mayor, DV167 de Schubert, donde podemos ver una parte primera y tercera con la misma idea musical, y una parte central donde la soprano solista desarrolla otra idea musical diferente, a la que se le añade el coro. Al final, vuelve a desarrollar la misma idea musical que en la primera parte, pero cambiando a partir del compás 89, para llegar a una frase musical más conclusiva:

Al tener un texto tan breve normalmente los autores lo repiten constantemente y le dan un tratamiento muy melismático, es decir, muchas notas sobre una misma vocal. El ejemplo más claro lo podemos ver en este vídeo sobre el Kyrie del Réquiem de Mozart.

Un ejemplo más contemporáneo lo tenemos en el Kyrie del compositor lituano Leonidas Abaris, donde podemos ver cómo la primera y tercera parte suenan exactamente iguales, desarrollando otra idea musical totalmente diferente en la sección segunda (Christe).

¿Y tú? ¿Conoces algún otro Kyrie? ¿Cuál es tu preferido?