Agnus Dei

El Agnus Dei es el sexto y último de los cantos del Ordinario de la Misa. Se realiza poco antes de la Comunión, después de la oración (o canto) de la paz, y forma parte del rito de la fracción del pan. Este canto consiste en una triple invocación de carácter penitencial, pero los compositores normalmente sólo musicalizan dos de estas invocaciones. ¿Qué hacemos entonces con la tercera?

Primero veamos el texto. “Cordero de Dios” es un título que Juan el Bautista le da a Jesús en un pasaje del Nuevo Testamento. Aparece en Juan 1, 29: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. La oración Agnus Dei se usa como parte de la misa católica desde el siglo VI, así como en las liturgias de las iglesias luterana y anglicana.

Musicalmente hay que tener en cuenta que se le considera un motete doble: cada una de sus dos partes es autónoma, tituladas Agnus Dei I y Agnus Dei II. Y por supuesto, cada una tiene su texto.

Agnus Dei I

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,

miserere nobis (bis)

Cordero de Dios I

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.

Agnus Dei II

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,

dona nobis pacem

Cordero de Dios II

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

Al ser motetes de texto corto el desarrollo musical es básicamente contrapuntístico, dejando para el número II, o final, el uso de la forma canon, el aumento del número de voces u otros recursos musicales. De esta forma los compositores conseguían aumentar la sonoridad de la obra durante esta segunda parte, creando un efecto final que quedara registrado como una “firma” de su composición.

¿Cómo debe interpretarse el Agnus Dei? En principio lo más importante es respetar su estructura triple, de forma que la invocación se cante tres veces: dos con el texto final miserere nobis y la tercera con el texto dona nobis pacem.

El espíritu de esta parte de la Misa vuelve a ser penitencial (como el Kyrie), su tempo será moderado y su intensidad algo leve. El Agnus Dei II, por su carácter final debe tener una sonoridad más potente, sobre todo en la importante y extensa cadencia final.

Algunas versiones de este canto incluyen versiones para solista o para coro, algunas con instrumentación y otras totalmente a capella. Esta oración ha sido musicalizada por compositores de todas las épocas. Aquí destacamos estas versiones de Johann Sebastian Bach o Wolfgang Amadeus Mozart:

En El Mesías, de Händel, también encontramos esta oración en dos partes cantadas por el coro, tituladas «Worthy is the Lamb that was slain» (Digno es el Cordero que fue sacrificado) y el Amen conclusivo:

Más contemporáneo es el Agnus Dei compuesto en 1935 por Samuel Barber. Originalmente fue llamado “Cuarteto para cuerdas en si menor”, cuyo segundo movimiento fue arreglado para orquesta de cuerdas (Adagio for Strings) y, posteriormente, para coro mixto (Agnus Dei)

Y también encontramos versiones contemporáneas en la compositora estadounidense Sherri Porterfield, cuyo Agnus Dei ya hablé en este artículo, o de Karl Jenkins, perteneciente a su misa “The Armed Man”, versionadas con orquesta y a capella:

¿Conoces algún otro Agnus Dei? ¡Compártelo con todos nosotros!


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Puntuación: 4 de 5.

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4 comentarios

  1. Qué bien nos viene toda esta información, hace que disfrutemos más las obras que cantamos.

    La versión de Samuel Barber, no deja de emocionarme cada vez que la escucho.

    Muchas gracias 👏👏

    Me gusta

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